Photoshop.
Puede ser algo realmente entretenido. Usando un mínimo de herramientas, unas flechitas, unos deditos que "esparcen" la pintura (en pixels, claro), y una varita mágica que hace las veces de 'tijera', se pueden lograr imágenes extrañas e insólitas, y entre otras cosas, sacar el lado cruel y macabro que todos tenemos dentro..., por ejemplo...
Jugando un rato con mi novata pero perseverante habilidad con el PhotoShop [al que le parezca dificil: no lo es tanto, solo requiere buen pulso con el mouse y buenas fotos de muestra], logré montar esta imágen que subí acá arriba. Cruza de un paisaje neblinoso y un salto típico de playa.
Acto seguido, les dije a mis viejos que en el verano me había tirado a un rio desde un camino de ripio a muchiiisimos metros de altura (cosa que pasó, que se llama bungee, pero que tiene solo un detalle adicional y determinante: la soga) con un salto así de ornamental, ooh, Gerónimoo!
Obviamente se la creyeron con cuerpo y alma (al sonido de "¿pero no había piedras abajo?", "¿pero CUÁNTOS metros?!", "PERO PERO!!"), y me costó convencerlos de que solo eran dos fotos unidas por la magia, gracia y obra del señor photoshop...
"Sisi, ese vieja, ese mismo, el que usan para sacarle los mofletes a susana"
***agradecimientos***:
1. A camulachula, por contribuir con su gran ojo de fotógrafa (gran porque es una 'gran fotógrafa', no porque tenga un ojo deforme ni nada por el estilo...), y su hermosa foto.
2. Al Sr. Blog por recuperarme el post cuando Sra. firefox me cerró la ventana de repente y sin aviso.